Enseñar autonomía corporal da como resultado un niño que es capaz de establecer límites, se siente empoderado para decir ‘no’ y puede navegar en un mundo que a menudo no lo prepara para el éxito.
- Hágales saber a los niños que son los jefes de sus cuerpos. Enfatice y cree oportunidades para que entiendan que tienen el control de cómo interactúan con los demás y cómo los demás interactúan con ellos. Nunca fuerce abrazos, besos o caricias como sustitutos de la comunicación – incluso con familiares. Si un niño no quiere dar abrazos al saludar y despedirse, hágale saber que está bien – puede saludar con la mano, chocar los cinco, lanzar un beso o simplemente decir sus saludos.
- Pida permiso antes de tocar a los niños y anímelos a hacer lo mismo. Haga esto ejemplificándolo usted mismo. Antes de buscar un abrazo de su estudiante, niño/hijo, sobrina, sobrino o nieto, pida permiso para hacerlo. Si el niño es muy pequeño o no habla, haga el hábito de comunicar su consentimiento simplemente haciéndole saber lo que está haciendo y por qué, antes de tocarlo. Pruebe con explicaciones simples como: “Voy a abrocharte la camisa para que estés listo para ir a la escuela” o “Voy a frotarte el cabello con champú para que estés limpio”. Esto refuerza el concepto de que la comunicación durante el contacto es continua.
- Hágale saber a los niños que está bien pedir ayuda y ayúdelos a identificar a los adultos “de confianza”. Enseñe a los niños que los adultos confiables escuchan lo que quieren y necesitan, y no los hacen sentir incómodos o asustados. Identificar adultos confiables es difícil, incluso para otros adultos, por lo que la clave aquí es encontrar la fuerza en los números y hacer que los niños identifiquen a numerosos adultos con los que el niño sienta que puede abrirse libremente si alguna vez se siente asustado o incómodo. Anímelos a decirles a estos adultos si alguien los amenaza o les dice que guarden secretos. Algunos niños tienen experiencias sexuales no deseadas en sus hogares, así que no asuma que sus padres, parientes o cuidadores son siempre la opción más segura.
- Sea directo cuando hable sobre la anatomía del cuerpo. Es común confiar en palabras figuradas para referirse a los genitales, pero inventarse palabras alternativas o decirles a los niños que no digan palabras como “pene” o “vagina” envía el mensaje de que las partes de sus cuerpos son vergonzosas. Los niños a los que se les enseña a no hablar sobre sus cuerpos pueden sentirse menos cómodos al informar si están experimentando daño sexual. Mire el video a continuación para obtener más información sobre cómo hablar con los niños sobre sus cuerpos de una manera saludable e inclusiva del espectro de género.
- Hable de consentimiento fuera del contexto del sexo. Muchas veces, la palabra “consentimiento” se menciona solo en un contexto sexual, pero puede hacer que el consentimiento sea parte de las conversaciones cotidianas al usarlo para enmarcar cualquier búsqueda de permiso. Enseñe a los niños a pedir consentimiento antes de tomar prestados artículos/cosas de otras personas, antes de publicar fotos en línea, al hacer planes grupales y, como siempre, antes de tocar a otras personas.
- Hable a temprana edad y con frecuencia. El desarrollo sexual es tan importante como el desarrollo físico, cognitivo y emocional. Los niños que no tienen acceso a información sobre sexualidad corren un mayor riesgo de desarrollar actitudes o creencias poco saludables sobre su propia sexualidad y/o la sexualidad de los demás. También pueden buscar información de fuentes inexactas o dañinas. Tener conversaciones apropiadas para su edad a lo largo de su desarrollo significa que los niños puedan sentirse más cómodos buscando conversaciones honestas y abiertas sobre sus cuerpos, sexo, límites y consentimiento.Lea: 6 recursos para Ayudar a los Padres a Hablar con los Niños Acerca de Consentimiento
- Critique abiertamente a los medios cuando se equivoquen. Se ve en todas partes. Chistes, comentarios, casos legales e incluso “consejos” que a menudo culpan a la víctima de forma preventiva. Levanta la voz y di lo que piensas... incluso si el niño que está al alcance del oído es demasiado pequeño para comprender completamente la situación que está viendo en la televisión, discutiendo en la sobremesa o escuchando en la radio o en un podcast. Los niños a menudo captan las señales y el condicionamiento social les enseña que la forma en que actúan, se visten, o hablan indica si tienen la culpa de ser lastimados. Contrarreste estos mensajes reforzando que cuando alguien es lastimado, NUNCA es su culpa, independientemente de lo que llevaba puesto, dónde estaba, si estaba bebiendo o con quién estaba coqueteando. Nadie pide ser lastimado.
- Enseñe a los niños con los medios correctos. Dé a conocer regularmente a los niños libros, videos y otros medios apropiados para su edad que enseñen el consentimiento y el respeto de los límites. Mantener la conversación en curso a lo largo de su desarrollo es clave. ¡Comience con la lista de libros a continuación!
Libros sobre Consentimiento y Límites Saludables
Edades 3-7
- No Means No by Jayneen Sanders
- My Body Belongs To Me! by Larissa Rhone
- Don’t Hug Doug (He Doesn’t Like It) by Carrie Finison
- Bodies Are Cool by Tyler Feder
- Tell Me About Sex, Grandma by Anastasia Higginbotham
Edades 8 – 12
- Can We Talk About Consent? A Book About Freedom, Choices and Agreement by Justin Hancock
- A Quick and Easy Guide to Consent by Isabella Rotman
- You Ruined It: A Book About Boundaries by Anastasia Higginbotham
Edades 13 – 15
- In Case You’re Curious by Planned Parenthood
- Maybe He Just Likes You by Barbara Dee
- The Ship We Built by Lexie Bean
- Dress Coded by Carrie Firestone
Edades 16 – 18
- Let’s Talk About It: A Graphic Novel by Erika Moen
- Grown by Tiffany Jackson
Este proyecto recibió apoyo de la Subvención nº 15 JOVW 21GG 00684 MUMU otorgado por la Oficina sobre la Violencia contra las Mujeres del Departamento de Justicia de los EE.UU. Las opiniones, los hallazgos, y las conclusiones y recomendaciones expresadas en esta publicación/programa/exposición son las de su(s) autor(es) y no reflejan necesariamente los puntos de vista del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.